lunes, 23 de junio de 2014

"La cinta blanca" (2009), de Michael Haneke.

Filme muy interesante sobre la historia de un pequeño pueblo protestante  de Alemania  en el que se producen, bajo total anonimato, una serie de sucesos que giran entorno al secuestro y tortura de sus habitantes.


El profesor de la escuela del pueblo (Christian Friedel) nos narra cómo cambió la historia de la localidad en la que vivía años atrás, cuando un día el doctor del lugar (Rainer Bock) es víctima de lo que parecía ser una broma pesada que le obliga a alejarse de su hogar para ir a la ciudad y recibir asistencia médica. Desde entonces, el pueblo se verá inmerso en un proceso de castigo periódico que afectará a todas las esferas sociales de la villa. 

El argumento lleva a cabo un repaso de las vidas de las diversas familias del pueblo, durante el desarrollo de los inquietantes sucesos, mediante un ritmo lento y repleto de detalles que servirán al espectador a la hora de configurar su veredicto acerca de la identidad del culpable. Además, a través de la narración, Haneke desplegará sus reflexiones más habituales, haciendo uso de la retórica visual para llevar a cabo un ensayo sociológico sobre la maldad humana en un entorno cerrado, y con posibilidad de ocultar los secretos más turbios. En ese sentido, bien se puede relacionar el filme con Dogville (2003) de Lars von Trier, aunque el material del cineasta austríaco muestra un punto de vista más cercano al thriller.




El largometraje no dejará de lado la presencia elementos del mundo hanekeano como la violencia, pues configura el motor argumental del filme, así como su carácter ensayístico (al estilo de Caché); la moralidad y la ética; y la aparición de los niños como personajes que han perdido su inocencia y son el origen de una maldad cruel, fruto de una sociedad que ha perdido los valores éticos más básicos (tal y como vemos en Benny’s Video). También el contexto histórico es un aspecto relevante dentro del argumento, pues la historia se sitúa a las puertas de la Primera Guerra Mundial (asesinato del archiduque Francisco Fernando), un acontecimiento que ajetreará, aún más, el ambiente del pueblo.

Finalmente, el filme culminará al más puro estilo de Haneke: dejando aspectos esenciales sin explicación, como medio para incentivar la reflexión del espectador. No obstante, existen detalles con cierta simbología que el director pondrá a disposición del público a la hora de desvelar los secretos de La cinta blanca.